"El Ministerio de Salud Pública firmó
un acuerdo con la
Fundación Internacional de Cardiopatías de Barcelona"
En República Dominicana los índices de mortalidad infantil están entre 23 y 25 por ciento. Los datos los aporta Raúl Abella, jefe del servicio de Cirugía Cardiovascular Pediátrica del Hospital Universitari Vall d’Hebron y Universitari Quirón Dexeus Barcelona, quien dirigirá un programa con apoyo del Ministerio de Salud y la Vicepresidencia de la República para dar solución al problema.
“La mortalidad infantil es uno de los problemas sociales más serios que puede tener un país y, dentro de este, las cardiopatías congénitas son las causas principales de muerte”, señala Abella, quien además es director general de la Fundación Internacional de Cardiopatías de Barcelona (FICCB), entidad que apoya el programa por desarrollarse en RD.
Abella comenta que la meta principal es diminuir las cifras actuales de mortalidad infantil en el país en por lo menos un 5%, de acuerdo con los Objetivos del Milenio. “Es un compromiso, y sin un programa de cardiopatías congénitas no se puede lograr. Lo positivo es que tenemos apoyo del Gobierno. Se firmó un acuerdo entre la FICCB y el ministro de Salud dominicano, además del apoyo de la vicepresidenta doña Margarita Cedeño de Fernández, quien está muy sensibilizada”, dice.
Aceptar el problema:
El experto considera que el primer paso para terminar con la mortalidad infantil es que cada país la identifique como un problema y le intente dar solución. Indica que la mortalidad perinatal por cardiopatías es de cinco recién nacidos por cada mil nacidos vivos.
“Nacen unos 400 niños anuales con cardipatías que no tienen solución porque el problema se enfrenta con misiones extranjeras que vienen a operar y eso no resuelve el problema”, dice.
Añade que aunque en RD mueren a diario más niños por cardiopatías congénitas que por dengue, se les presta poca atención por no ser un tema mediático y por entenderse que no hay solución, por lo que se adopta una actitud pasiva.
Formación:
El programa que dirige Abella es de formación médica. Consiste en preparar a galenos dominicanos en varias especialidades para que puedan crear un programa propio que disminuya la mortalidad infantil.
“El programa dura 5 años, lo que demora la formación, pero los resultados se ven rápido. En 1 o 2 años con un programa intensivo de formación, ya pueden trabajar”, comenta.
Las actividades se iniciarán en el hospital infantil Robert Reid Cabral. Los médicos, cuyo proceso de selección ya comenzó, se irán a hacer un máster que incluye 5 subespecialidades médicas, en el Hospital Universitari Vall d’Hebron y el Hospital Universitari Quirón Dexeus de Barcelona.
Abella dice que aunque hay entidades trabajando por los niños con cardiopatías congénitas en RD, hay 700 sin solución inmediata y en lista de espera para cirugías. “De ellos, un grupo muere y otro queda incapacitado, son niños con ingreso reiterativo...”.
Tienen fácil solución:
Raúl Abella, director general de la Fundación Internacional de Cardiopatías de Barcelona (FICCB), indica que la mayoría de las cardiopatías congénitas son problemas de fácil solución cuando hay programas de médicos para hacerles frente. Señala que la FICC, fundación europea con varias sedes en el mundo, ha establecido programas de ese tipo en países en vías de desarrollo como Perú, Libia y Siria. Ahora llega a RD desde su capítulo en Barcelona.
“Lo importante es la formación, que los dominicanos sean capaces de desarrollar por sí mismos esta actividad, y que no dependan de grupos de extranjeros que vengan a operativos".
"Nosotros damos la parte institucional y educacional, pero hace falta que exista ese compromiso gubernamental y que se entienda que es un problema a resolver, y creo que así ha sido”, concluye Abella.
"La mortalidad infantil es uno de los parámetros sociales
de primera línea en un país.
Es un fuerte indicador de desarrollo".
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